lunes, 24 de enero de 2011

El administrador astuto

EL ADMINISTRADOR ASTUTO

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Era un hombre rico que tenía un administrador a quien acusaron ante él de malbaratar su hacienda; le llamó y le dijo:
"¿Qué oigo decir de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no podrás seguir administrando.
" Se dijo a sí mismo el administrador: "¿Qué haré, pues mi señor me quita la administración? Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer, para que cuando sea removido de la administración me reciban en sus casas." Y convocando uno por uno a los deudores de su señor, dijo al primero: "¿Cuánto debes a mi señor?" Respondió: "Cien medidas de aceite." Él le dijo: "Toma tu recibo, siéntate en seguida y escribe cincuenta." Después dijo a otro: "Tú, ¿cuánto debes?" Contestó: "Cien cargas de trigo." Dícele: "Toma tu recibo y escribe ochenta." El señor alabó al administrador injusto porque había obrado astutamente, pues los hijos de este mundo son más astutos con los de su generación que los hijos de la luz.
Lucas 16, 1-8

Para profundizar en la parábola:

  • Ponte en el lugar del empresario y del administrador, reflexiona por escrito cómo actuarías tú y por qué, si vivieras esta situación.
  • ¿Por qué, crees, que el señor alabó al administrador injusto?

martes, 18 de enero de 2011

Parábola del sembrador


Parábola del sembrador




Parábola del sembrador Marcos 4, 1-20

Y otra vez se puso a enseñar a orillas del mar. Y se reunió tanta gente junto a él que hubo de subir a una barca y, ya en el mar, se sentó; toda la gente estaba en tierra a la orilla del mar. Les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas. Les decía en su instrucción: «Escuchad. Una vez salió un sembrador a sembrar. Y sucedió que, al sembrar, una parte cayó a lo largo del camino; vinieron las aves y se la comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde no tenía mucha tierra, y brotó en seguida por no tener hondura de tierra; pero cuando salió el sol se agostó y, por no tener raíz, se secó. Otra parte cayó entre abrojos; crecieron los abrojos y la ahogaron, y no dio fruto. Otras partes cayeron en tierra buena y, creciendo y desarrollándose, dieron fruto; unas produjeron treinta, otras sesenta, otras ciento». Y decía: «Quien tenga oídos para oír, que oiga». Cuando quedó a solas, los que le seguían a una con los Doce le preguntaban sobre las parábolas. El les dijo: «A vosotros se os ha dado el misterio del Reino de Dios, pero a los que están fuera todo se les presenta en parábolas, para que por mucho que miren no vean, por mucho que oigan no entiendan, no sea que se conviertan y se les perdone». Y les dice: «¿No entendéis esta parábola? ¿Cómo, entonces, comprenderéis todas las parábolas? El sembrador siembra la Palabra. Los que están a lo largo del camino donde se siembra la Palabra son aquellos que, en cuanto la oyen, viene Satanás y se lleva la Palabra sembrada en ellos. De igual modo, los sembrados en terreno pedregoso son los que, al oír la Palabra, al punto la reciben con alegría, pero no tienen raíz en sí mismos, sino que son inconstantes; y en cuanto se presenta una tribulación o persecución por causa de la Palabra, sucumben en seguida. Y otros son los sembrados entre los abrojos; son los que han oído la Palabra, pero las preocupaciones del mundo, la seducción de las riquezas y las demás concupiscencias les invaden y ahogan la Palabra, y queda sin fruto. Y los sembrados en tierra buena son aquellos que oyen la Palabra, la acogen y dan fruto, unos treinta, otros sesenta, otros ciento».

Después de la lectura de esta parábola contesta a estas preguntas, haciendo relación con tus estudios:

1. ¿DÓNDE VES QUE TU ESFUERZO CAE COMO TIERRA AL BORDE DEL CAMINO?

2. ¿QUIENES SON LOS PÁJAROS QUE SE COMEN LA SEMILLA?

3. ¿CUÁNDO SIENTO QUE MI ESFUERZO LO PUEDO IDENTIFICAR CON LA TIERRA PEDREGOSA? ¿POR QUÉ?

4. QUIZAS MI ESFUERZO SE VE REFLEJADO EN LA TIERRA ENTRE ESPINOS O TIERRA FÉRTIL.

5. ¿QUÉ MEDIOS ESTOY DISPUESTO/A A CULTIVARME PARA QUE MI COSECHA DÉ MUCHO FRUTO?

martes, 11 de enero de 2011

Dilema moral


Lee el siguiente dilema moral.
Piensa en un posicionamiento de los varios que son posibles.
Defiende tu postura por escrito.

En la clase se ha roto el cristal de una ventana, como consecuencia de la mala conducta de un alumno. El profesor pregunta quién ha sido, diciendo que si el culpable no aparece toda la clase tendrá que pagar su reparación. Un alumno sabe quién es el responsable, pero decide no decir nada, porque el alumno causante del problema es amigo, y no quiere ser acusado de "chivato" o “traidor” Además, quiere evitarse los problemas y molestias que le causaría su confesión.

En consecuencia, todos tienen que pagar el nuevo cristal.

¿Ves correcta la conducta de esos alumnos? ¿Tú qué harías en un caso similar?